viernes, 30 de octubre de 2009

DE FINDE EN MAHABALIPURAM (MAMALLAPURAM)

Este fin de semana pasado nos hemos: ¡IDO DE FINDE!
Suena un poco raro porque sueles irte de fin de semana cuando estás trabajando y en casa. Pero como nosotros estamos afincados en Auroville, decidimos darnos un respiro un fin de semana.
Mamallapuram es un pueblecito que está a unos 90 kilómetros de Auroville. Traducido en tiempo son unas 2 horas de viaje. Pusimos los imprescindible en la mochila y nos subimos a nuestra moto. Una flamante HONDA HERO (debe tener unos cuantos años, la verdad). Para la segunda etapa en Auroville, decidimos cambiar de moto. Antes alquilamos una Scooter, pero son bastante inestables y dado que el monzón estaba al llegar, alquilamos una moto mayor de 100 c. c. con ruedas mas anchas y mejor estabilidad. Pues bien, nos subimos en ella y empezamos nuestro viaje. La velocidad de crucero son 60 kilómetros/hora, teniendo en cuenta que tienes que esquivar algún que otro animal, una especie de vallas que ponen en medio de la carreteras y un peaje. Por lo visto las motos no pagan, pero nos dimos cuenta despues de estar parados un ratito en el peaje para que nos cobraran. Un buen hombre nos hizo una señal con la mano para que pasáramos. Si es que estos no saben que en Cataluña nos cobran hasta por respirar.

Hicimos una parada a medio camino para tomar un te chai y para ponernos los chubasqueros. No por la lluvia, sino porque salimos a las 06.00h de la mañana para evitar tráfico y hacia un poquito de frío. La parada también fue bien para despertar las piernas y culo dormidos. No estamos acostumbrados a ir tanto rato sobre una moto y mucho menos sobre una moto como la nuestra, que funciona bien pero que vibra de una manera que te adormece las partes nobles.

Después de estirar las piernas, seguimos con nuestro trayecto y antes de las 09.00h llegamos a nuestro destino. El pueblecito es costero, está lleno de restaurantes y de templos para visitar cerca del mar. Buscamos un hotel límpio y cómodo, dejamos la mochila y la moto y nos fuímos de visita. El primer templo que vimos fue El Templo de la Orilla, patrimonio mundial de la UNESCO. El templo está dedicado a Vishnu y Shiva. Hay una escultura reclinada enorme dedicada a Vishnu que se llama Sthala Shayana Perumal que significa Vishnu dormido. El templo está justo al lado del mar y ahí radica su encanto. El templo está bastante desgastado a causa de la proximidad con el mar y del Sunami de hace unos años, pero era un lugar muy bonito y tranquilo. Llegamos muy pronto y no había casi nadie.
Después fuímos a ver un friso esculpido en la piedra (Arjuna´s Penance) donde aparece la figura de Arjuna. Tiene 27 metros de largo por 9 de alto. Arjuna es un personaje del Mahabharata (como nuestra Bíblia). Lo consideraron un héroe porque permaneció en los Himalayas durante 12 años. En el friso se le puede ver extramadamente delgado con las manos hacia el cielo, rodeado de otros personajes, dioses, bestias, pájaros, elefantes, el sol y la luna. La piedra está majestuosamente esculpida.
Cerca del friso había otros templos monolíticos muy interesantes para ver. Los templos monolíticos son templos construidos con una única pieza de piedra, de granito en este caso. Uno de ellos era el único templo en India que representa a la Trinidad, es decir, a los 3 dioses de India: Brahma, Vishnu y Shiva.
Vimos también una piedra redonda enorme: se le llama la bola de Mantequilla de Shiva. Por lo visto a este dios le encantaba la mantequilla y se la comía en forma de bolas.
Para partir las piedras usaban un sistema curioso: hacían una pequeña hendidura en la piedra y ponían un trozo de madera. Lo mojaban y la madera al hincharse hacía presión y poco a poco iba ganando terreno. Ponían muchos trozos de madera a lo largo de la piedra (a modo de cremallera) y finalmente la piedra se partía.
Cuando terminamos la visita era hora de comer. Nos dirigimos al restaurante Nautilus y degustamos un plato combinado con pescado, calamares y gambas. Una ensalada de arroz y una cervecita. Por la tarde fuímos a visitar los templos de los Cinco Rathas. Se trata de un recinto con 5 templos monolíticos y un perfecto ejemplo de la arquitectura Dravidian. Rathas significa "carro" y según dicen las construcciones tienen esta forma. Cada Ratha esta hecho en honor a personajes del Mahabharata: Draupadi, Arjuna, Nakul – Sahadev, Bhima and Dharamraja Yudhistar.
Después de tanta visita y tanto templo decidimos dar una vuelta en moto, ya que el sol estaba mas bajo y la ciudad permitía pasear tranquilamente sin mucho tráfico. Vimos la entrada de un gran hotel y entramos. Saludamos educadamente al vigilante de la puerte y nos dirigimos al interior del hotel. Saludamos al personal de recepción y ohhhhh vimos una enorme piscina, con agua límpia y azul que nos decía: VENIRRR. Ni cortos ni perezosos y sin mostrar ningún momento de duda nos dirigimos hacia la piscina y nos pusimos los bañadores en los vestuarios. (bueno yo solo me cambié la mitad. Luego veréis porque). Nos sentamos unos minutos en las tumbonas, para ver que nadie nos miraba con cara de sospechosos y en un momento de despiste: ¡¡ De cabeza a la piscina!!! Que gusto. Nos moríamos de la risa por la cara tan dura que teníamos de habernos colado en un hotelazo de 5 estrellas. Buzeamos, chapoteamos, hicimos fotos,... solo nos faltó hacer un castillo humano o una guerra de agua. Cuando ya se nos caía la cara de verguenza nos volvimos a cambiar, salimos del hotel, saludamos dando las gracias, nos subimos a la moto y nos fuímos disparados!!!

Por la noche fuímos a cenar a un restaurante de pescado. La cena fue mejor que la comida: ¡¡Langostinos gigantes, pescado al curry y langosta!! Todo regadito con cerveza Kingfisher y solo por unos 10 euros los dos. Despues fuímos a bajar la cena. Paseando vimos un local lleno de luces y música. Pensábamos que era un discoteca y entramos. Nos encontramos en medio de una boda india. Es curioso porque los novios estaban sobre un escenario sin moverse y solo los invitados y hombres bailaban. Nos invitaron a cenar, ja, ja, pero claro nosotros todavía teníamos el sabor de la langostita y declinamos la invitación. Estuvimos un rato y salimos. Encontramos otra boda, pero esta vez los novios iban como en una carroza de Reyes Magos con un corazón gigante de luces que les rodeaba. Por lo visto dependiendo del nivel económico de las famílias, se hacen un tipo de bodas u otras. En cualquier caso, la segunda boda era mucho mas "friki" que la primera.
Teníamos el día completo y nos fuímos a dormir. La mañana siguiente la dedicamos a tomar un buen desayuno, ir a la playa, bañarnos y tomar el sol. Después nos subimos de nuevo a nuestra super moto y de vuelta a Auroville.
Pasamos un finde genial. La frase que lo resume es:
¡¡Bañarse por la cara en un hotel de 5 estrellas en braguitas no tiene precio, para todo lo demas Master Card!!