viernes, 25 de diciembre de 2009

NAVIDAD EN UBUD

 Es Navidad, pero ni ha venido un hombre barbudo de rojo y blanco a dejar regalos debajo del árbol adornado con espumillón y luces, ni se oyen villancicos en las calles y tampoco hace ni frio. Y es que estas Navidades son de lo más atípicas.



Así que nos hemos levantado con ganas de seguir nuestro viaje y descubrir los lugares escondidos en Ubud, el corazón de Bali. A primera hora hemos visitado la Goa Gajah o Elephant Cave, una cueva que había permanecido escondida entre la espesa vegetación de la selva hasta el año 1920 cuando un explorador británico la descubrió. Este complejo está compuesto por una cueva, unos baños y un templo. En la entrada de la cueva hay una cara gigantesca de un demonio por la boca del cual accedes a la cueva en forma de T. Dentro de la cueva están la imágenes de Ganesha (el dios Elefante), de Visnu (respesentado por un lingam) y Saraswati (la diosa de la sabiduría). En los baños hay dos pequeñas piscinas alimentadas por seis figuras con cantaros en las manos de los cuales sale el agua que alimenta las piscinas, aunque el agua nunca llega a llenar las piscinas ya que el agua se escurre entre las grietas creadas por el paso de los tiempos. Y es que este complejo se trata de uno de los más antiguos de Bali fechado alrededor de hace mil años.


Después de visitar el complejo, nos hemos internado por un sendero que discurría por una verde y frondosa rivera para llegar al Yeh Pulu, una pared llena de esculturas que data de la misma época que la cueva. Pero a mitad camino nos hemos encontrado con un … hombre que iba vestido con unas ropas naranjas como un monje budista, aunque había algo raro en él que hacía dudar un poco de sus hábitos. Tras consultar cual era la dirección para llegar a Yele Puluh, nos indicó que cogiéramos un sendero escarpado y muy empinado que nos dirigía directamente al riachuelo que es oía tras la vegetación, y en el momento que hemos empezado a descender nos hemos dado cuenta que nuestro “holy man” empezaba a descender con nosotros. De repente el estrecho sendero parecía que no continuaba, pero nuestro “amigo” estaba allí para indicarnos unos pequeños peldaños esculpidos en la roca a modo de escalera que permitían llegar a un puente de bambú. Bueno, no sé si se puede llamar puente a tres cañas de bambú colocadas sobre los dos extremos del rio y unidas por lianas. Nuestro “guía” tomó en ese momento la iniciativa de mostrarnos que el puente, aunque parecía a punto de desmoronarse, aguantaba sobradamente el paso de los transeúntes que se atrevían a aventurarse por aquellos parajes. Tras cruzar el puente, nos adentramos rio arriba saltando por encima de las inmensas rocas que reposaban en medio del cauce frenando la fuerza de las aguas que descendían por el riachuelo. De repente, nuestro “guía” se para en medio de una de esas rocas y nos muestra a la derecha del rio tres puertas inmensas esculpidas en la roca por detrás de las cuales también descendía las aguas del rio. Era curioso ver como el agua entraba por la primera puerta y salía por las otras dos. Al acercarme un poco a las puertas, me percaté de sus grandes dimensiones y de la pericia de los artesanos que las esculpieron ya que difícilmente se pueden construir andamios en medio de aquel rio. Nuestro guía nos explico que cada puerta representaba a los tres dioses más importantes de la religión Hinduista, que son Brama (Creador), Shiva (Destructor) y Visnu (Protector).  No me extrañaría que estas puertas fueran hechas por obra de los Dioses, y es que según la leyenda local, tanto la Elephant Cave como Yeh Pulu, así como estas construcciones fueron hechas en una noche por manos de un Dios, y si no juzgad por vosotros mismos en las fotos.


En aquel lugar también pudimos observar como nuestro “guía” tenía algunos tics nerviosos tanto en las manos como en la cara que te hacía dudar de su buena salud mental, aunque quienes somos nosotros para juzgar la salud mental de un hombre así, ya que como siempre depende del punto de vista del que lo mires. Seguramente desde su punto de vista, nosotros tampoco estaríamos muy cuerdos. Eso sí, sin pedírselo se nos subió a unas rocas y se puso a hacer varias posturas incitándonos a hacer varias fotos de los más originales. Cuando regresamos, le ofrecimos una pequeña propina que a punto estuvo de rechazar por considerarla insuficiente. O sea, que aunque parecía un poco loco no estaba nada tonto.


Al volver también nos dimos cuenta que no habíamos llegado a Yeh Pulu, así que tuvimos que caminar otra media hora para encontrarlo. Allí, en medio de los arrozales y a la intemperie se encuentra uno de los frisos más antiguos y enigmáticos de todo Bali. Hay figuras de Karuna, Ganesha  y otros dioses hinduistas, mezcladas con escenas de la vida cotidiana de aquella época. Al llegar allí, una amable anciana se ha prestado a mostrarme como hacer una ofrenda a los Dioses, para arreglo seguido pedirme una limosna, pero como no llevaba dinero suelto no le he ofrecido, toda su amabilidad se ha vuelto tosquedad a pesar de mis explicaciones en ingles que por supuesto que no entendía. Cuando ya me iba, me ha perecido que esbozaba una sonrisa como diciéndose a si misma: “Estos turistas ya no muerden el anzuelo”.



Como todavía era pronto, nos fuimos al pueblo de Tampaksiring donde se encuentra el templo Gunung Kawi. En medio de una ribera, como el templo anterior, se encuentran un conjunto de 10 esculturas en forma de templo cinceladas en la roca caliza de los cuales hay 5 en una pared, 4 en la pared justo enfrente a la otra orilla del rio, y luego hay una escultura solitaria un km rio abajo. Como en los templos anteriores, no se sabe muy bien que representan ni cuando fueron hechas, pero datan de épocas parecidas. La hipótesis más aceptada es que pertenecen al complejo funerario de King Anak Wungsu y sus mujeres. Y es que esta zona de Bali aglutina muchos de los tesoros más antiguos de esta isla y de sus civilizaciones.

Con tanto, templo y excursión nos habíamos olvidado de comer en el día de Navidad. Así que cambiamos la típica comida copiasa de Navidad con entrantes, langostinos, gambas, pavo, turrones y cava por unos fideos fritos con verduras, pollo y tempe con un té frio para beber. Seguramente no estaría tan bueno, pero a nosotros nos supo a gloria y todo ello por unos 3€ los dos. Barato, barato.


Por la tarde fuimos a visitar el Monkey Forest. Este bosque a pesar de estar cerca de la ciudad de Ubud reluce lleno de vida tanto la que emana de los inmensos Bayan Trees como de los simpáticos animalitos que te acompañan en todo tu visita, sobre todo si llevas algún apetitoso plátano. Muchas veces parece que posan para las cámaras pudiendo ver a mamas escudriñar los piojos de sus pequeñuelos, guardianes encima de las columnas de los templos y otros comiéndose el plátano a dos manos sentados en medio del camino. Pero aunque parezcan inofensivos, muchas veces se enzarzan en pequeñas carreras persiguiendo a los turistas que llevan demasiados plátanos en la bolsa y que no los comparten con ellos. En definitiva, es mejor ir sin bolsas y disfrutar de ver como persiguen a otros turistas.



Bueno, para ser el día de Navidad habíamos hecho muchas cosas. Así que decidimos darnos un lujo reservando hora en una Spa para recibir un masaje balines que nos pusiera todos los huesos en su sitio después de tanto ajetreo. Ahhh, si vienes a Bali no dejes pasar la oportunidad de probar este masaje a base de aceite y presiones por todo el cuerpo. Relajante al tiempo que energetizante.

jueves, 24 de diciembre de 2009

NOCHEBUENA



Parece mentira, pero con tanta excitación de la mañana nos habíamos olvidado que era noche buena y que se debe respirar paz y amor entre todos. Pero la verdad es que no tenemos nada la sensación que sea Navidad. Ni hace frio, ni hay árboles de Navidad, ni nos han bombardeado con anuncios de colonias, ni hemos hecho ninguna compra de regalos, ni nos hemos emborrachado en la comida de empresa, ni nos hemos discutido para ver qué días pasamos con unas familias o con otras, ni un sinfín de cosas típicas de estos días. Pero sí, aunque estemos en la otra punta del mundo y haga un calor veraniego, en estos días es Navidad.


Así que después de nuestro altercado volcánico, nos hemos dirigido hacía la turística y artística Ubud, situada a 50 km al norte de Dempasar. Esta ciudad está llena de hoteles de super-lujo, restaurantes exquisitos y galerías de arte. Parece que estemos en París, solo le faltaría la torre Eifel. Nosotros hemos decidido darnos un pequeño lujo por estos días. Así que después de descansar por la tarde en nuestro humilde pero acogedor bungalow,  nos hemos ido a pasear para decidir en qué restaurante nos íbamos a dar nuestro particular banquete de Nochebuena. Las opciones eran muy variadas. Desde cocina europea, creativa, de fusión hasta marisquerías con unas langostas increíbles. No ha sido fácil la elección, pero nos hemos decantado por el Restaurante Mumbul.  Nuestro menú ha consistido en unos calamares con alioli y una pequeña parrillada de marisco todo ello acompañado de un vino blanco afrutado de Bali. Luego hemos tomado un solomillo y un atún marinado regado esta vez un vino tinto también de la isla de los Dioses, y para postres, un delicioso Coulan con helado de vainilla y frutas exóticas. Un carajillo de Bayles no podía faltar en la sobremesa que aquí lo llaman Brazilian Coffe.

Para finalizar nuestra velada, hemos tomado una cerveza en el Buddha Bar donde un grupo amenizaba el ambiente con música en directo, y un subalterno también saltó al ruedo con su armónica deleitándonos con un blus como final de concierto.

VOLCAN EN ERUPCIÓN



Gunung Batur Area es una zona como un inmenso bowl donde en el fondo está cubierto un lago y alrededor hay un conjunto de volcánes, algunos de los cuales todavía están activos. El más importante y se llama Gunung Batur cuya altura es de 1717m sobre el nivel del mar. El paisaje no tiene desperdicio porque mientras en las zonas más altas y las laderas del volcán están cubiertos por una tierra negra producto de la lava que fluyó en su día, en las zonas más bajas se extiende el lago Danan Batur donde los campensinos han aprovechado su tierra “virgen” para sembrar campos enteros de hortalizas.

De hecho, la mayor atracción de la zona es ver la salida del sol desde lo alto del volcán Gurung Batur, mientras la silueta de la montaña Gunung Abang situada justo enfrente se refleja sobre las cristalinas aguas del lago.


A pesar de ser una de las atracciones más turísticas de Bali, también es una de las más peligrosas (y no solo por el volcán). El volcán ha tenido más de 20 errupciones desde 1824, cuatro de las cuales han sido terriblemente devastadoras. La última de las cuales tuvo lugar en 1963 y la de 1926 hizo desaparecer por completo el pueblo de Batur que se hallaba originalmente en la ladera del volcán. Ahora ha sido reconstruido en una lugar un poco más apartado. El volcán está considerado activo, sobre todo la parte más este donde hay algunas chimenas que sueltan todavía bocanadas de humo y también hay algunos pozos por donde rezuma el azufre. No obstante, si vas a la zona turística el camino está bien indicado y no tienes porque más problemas que algún trocito de piedra volcánica entre en tus zapatos.

Aprovechándose del peligro que ello supone, hay una organización llamada HPPGB (Mt Batur Tour Guides Association) que se encarga de organizar las excursiones a lo alto del volcán. De hecho tiene una especie de monopolio montado que “literalmente” prohíbe que ninguna persona pueda acceder al volcán sin un guía de dicha asociación, y como os podéis imaginar el guía no sale barato. Para que os hagáis una idea, gana lo mismo un guía en unas 4 horas que dura la excursión que un camarero del Hotel Meliá de Bali en una semana. No está nada mal, ehhh. Nosotros después de preguntar en nuestro hotel e incluso ir a dicha organización nos percatamos de que iba la historia. Allí nos “informaron” que era una zona de mucho peligro y que incluso en el 2000 murieron dos turistas que iban solos, enseñando las fotos del suceso. Todo ello para ponerte el miedo en el cuerpo, es increíble como funcionan. Nosotros decidimos NO PASAR POR EL ARO, e ir por nuestra cuenta.



Como os podéis imaginar, para ver la salida del sol desde lo alto se tiene que madrugar un poco ya que el sol sale sobre las 6:00 am y hay más de una hora de ascensión por un sendero de rocas volcánicas en plena noche. Así que a las 4:30 ya estábamos en pie, listo para nuestra ascensión en solitario. Cogimos la moto para acercarnos a un pueblo llamado Songan cerca de la ladera norte del volcán donde la ascensión, aparte de ser más segura, también resultaba más corta. Durante el trayecto, se nos acerca otro motorista y nos pregunta dónde íbamos, como si le importara. Nosotros nos hicimos los suecos y no le respondimos. Pero el tío de la moto empieza a seguirnos, yo, entonces, reduzco la velocidad para que pasara. Pero el tío, se acerca a nuestro lado y nos dice de muy buenas maneras, al principio, que le siguiéramos que él nos conduciría hasta el parking donde comienza el sendero de subida al volcán. Yo ya había leído esto en la guía, y es que los guías de HPPGH también circulan por la noche para interceptarte por si intentas subir al volcán por tu cuenta.


Nosotros le decimos que sólo queremos hacer unas fotos de la salida del sol y que no necesitamos guía para eso. Entonces, el tio ya empezó a ponerse “borde”, diciendo no estaba permitido subir solos al volcán y que necesitábamos un guía para ello, pagando la costosa tarifa de sus servicios. Nosotros le dijimos que ya lo sabíamos, pero que nuestra intención solo era hacer algunas fotos, sin subir al volcán. Todo ello para conseguir que el hombre se fuera, dejándonos en paz para disfrutar de la salida del sol. Pero entonces, empezó lo peor. El tío empezó a seguirnos con la moto, a menos de 2 metros de distancia. Nosotros sin conocer el camino y en media penumbra, nos orientamos y llegamos al sitio donde empezaba el sendero de ascensión al volcán, donde ya habían una buenas vistas para hacer fotos de la salida del sol, aunque solo estábamos a medio camino. Entonces paramos la moto para hacer las fotos, pero entonces el tío se bajo también de la moto y empezó a amenazarnos que incluso para estar en aquella zona, un sitio lleno de casas de campesinos y sus campos de cultivo, necesitábamos el guía. Nosotros le respondimos que estábamos en un país libre, y que para ir por un camino público no necesitábamos de un guía, y sino no era así que llamara a la Policía. Entonces el tio se puso todavía más agresivo, explicando que él era un guía oficial y que las normas “obligaban” a subir con guía. Pero realmente estas son sus normas, las normas impuestas por esta “banda de mafiosos” que opera en la zona a sus anchas.

Nosotros le expusimos que si era una atracción turística el gobierno debería cobrar una entrada, como en muchos otros sitios, y después los turistas debería poder “elegir” si van con guía o sin. Pero en ningún caso, obligar a contratar unos servicios que realmente no necesitas. Realmente, todavía no dejo de preguntarme como el gobierno está consintiendo este últraje a los turistas.

Yo hubiera seguido subiendo a ver hasta donde era capaz de llegar aquel energúmeno. Pero Noemí, con un poco más de cabeza, me insistió en quedarse en aquel punto donde también podíamos disfrutar de la salida del sol. Así que nos quedamos a medio camino, sacamos nuestro pequeño picnic y empezamos a desayunar mientras el sol ya hacía rato que despuntaba en la lejanía por encima de una barrera de nubes que le bloqueaban el paso, como a nosotros nos lo bloqueaban también. Al final, el susodicho se cansó y se fue, amenazándonos que estaría hasta la tarde vigilándonos para asegurarse que no subíamos solos. Y con esta última amenaza se fue cual volcán en erupción.


En aquel momento, yo hubiera reiniciado nuestra ascensión hasta la cima. No para ver si éramos capaces de llegar (que lo éramos), o para tener algún altercado con algunos de estos mafiosos (que no recomiendo a nadie), sino para demostrar que se puede subir en libertad a este excepcional lugar, contribuyendo poco a poco que este cartel se vaya desmantelando. No obstante, Noemí volvió a insistir en dejar correr el tema. Y así hicimos.

Después de desayunar y disfrutar algunos momentos en completa soledad de la salida de sol, decidimos darle a vuelta al volcán surcando una pequeña carretera que pasa por varios pequeños poblados que, desafiando el peligro, se hallan en la ladera norte del volcán. En esta zona pudimos observar una gran extensión negruzca de lava volcánica solidificada, con algunos pequeños conos de volcanes que en su día expulsaron la lava. En algunos puntos la ladera presentaba una desolación típica de un paisaje lunar, grietas y cráteres sin rastro de vegetación.

miércoles, 23 de diciembre de 2009

THE WEDDING



El último desayuno en nuestro hotel preferido de Bali ha sido genial con unos simples huevos fritos con tostadas, un zumo de papaya, unos pancakes estilo balineses y una taza de té. Todo esto tomado en la terraza de nuestra habitación mientras contemplábamos a la lejanía como el sol iba iluminando poco a poco el bosque en las profundidades del valle. Gracias Munduk.




Luego nos hemos dirigido hacia Gifgif para ver la cascada Air Terjun de unos 40m de altura. Por el camino, estaba lleno de tiendecitas vendiendo las artesanías típicas del país como máscaras, pareos, cuadros, pulseras,… etc. Además, los niños y las niñas de los vendedoras siguen muy de cerca los pasos de sus padres y te “acosan” para que les compres una pulserita. Había un pequeño grupo de tres niñas que nos han seguido todo el camino hasta la cascada, donde por “cansinas” les hemos hecho una foto. Craso error. A partir de este momento, han empezado a entonar una canción al unísono que decía: “YOU PHOTO, YOU BUUUUUY”. Al final les hemos cogido cariño y todo. Sus nombres son Ana, Yara y Tamurri.

Nuestro destino de hoy era Toya Bungkah, pero debido a la cascada hemos tenido que dar una  vuelta bastante grande. No obstante, el camino nos ha deparado una grata sorpresa. En el pueblo de Vila hemos visto a dos novios que estaban oficiando una especie de ceremonia. Así que le hemos echado un poco de “morro” y hemos parado la moto para observar de cerca la ceremonia. Cual ha sido nuestra sorpresa cuando nos han invitado a entrar en la casa con los novios y el resto de los invitados. Las personas eran amables y atentas como ninguna de las que hemos encontrado en nuestro viaje.

Nos han explicado que la ceremonia dura varios días, donde el primer día (o sea hoy) solo es “traer” la novia a casa del novio y esta misma noche tenía lugar la prueba a puertas cerradas, of course. Luego dos días más tarde se oficiaba la ceremonia oficial. Por la mañana, el novio irá a casa de la novia para rezar en su templo. Luego a la tarde, la novia va a casa del novio donde se reza en el templo y se oficia la ceremonia por el sacerdote mayor de la comunidad.  Al parecer, este día solo asisten los familiares de ambas partes. Y el tercer día, se realiza la gran fiesta donde vienen los amigos y las amigas para celebrarlo todos juntos.


Nos han insistido para que asistamos a la ceremonia y también a la fiesta que se celebraran el 25 y 26 de diciembre, respectivamente. La verdad es que tanta amabilidad y ofrecimientos nos agasajaban. Lo que si hemos aceptado de muy buen grado ha sido un poquito de comida típica balinesa con arroz, vegetales, pescado frito, todo ello bastante picante. Luego hemos probado el té con unas pastitas caseras hechas con arroz, coco y azúcar de caña. Todo estaba delicioso.

Ha sido una experiencia única en nuestro viaje que recordaremos siempre. La amabilidad de la gente de Bali está siendo una constante en esta isla paradisíaca.

lunes, 21 de diciembre de 2009

DANAU BRATAN AREA



Hoy hemos iniciado nuestro recorrido hacia Seririt y Munduk, donde hemos dejado los bártulos en el Puri Alam Bali Hotel. Ligeros de carga hemos podido ascender por una carretera llena de curvas hasta lo alto de la colina donde se podía observar los lagos Danau Tambligan y Danau Buyan. Al descender la colina en dirección a Candikuning hemos podido comprobar que toda la región es famosa por sus Strawberries (fresas), ya que en cada esquina había una persona vendiéndolas y en cada restaurante tenía el típico Strawberry Shake. En el mercado local, hemos sucumbido a la tentación de probar estas pequeñas pero deliciosas fresas.

No obstante, antes de llegar al mercado, hemos parado para visitar el templo de Pura Ulum Danu Bratan. Un templo hindu-budista del siglo XVII dedicado al Dewi Danu, dios del agua y es que este templo se halla erigido en una pequeña isla del lago Danau Bratan. En los jardines del templo estaba lleno de orquídeas de colores amarillos, fucsias y rojos que hacían las delicias de las cámaras fotográficas ávidas de la instantánea perfecta. Aunque el complejo no es muy grande, vale la pena visitarlo. Otras personas, alquilan una lancha motora para ver el templo desde las aguas del lago.



Por la tarde, después de comer en el mercado local una comida típica de aquí que consistía en una sopa de cordero, una brochetas de conejo con salsa de cacahuete y un arroz al vapor, nos hemos vuelto a Munduk, aunque de  camino nos hemos parado en el Ngiring Ngewedang. Esta casa colonial de los holandeses (a quienes perteneció esta isla) es actualmente un restaurante y casa de café. Allí su amable dueño nos ha enseñado el todavía artesanal proceso que sigue el café antes de llegar a las tazas de sus clientes. Primero se recoge en las montañas circundantes a esta área, luego se deja secar al sol y se tuesta en dentro de un bidón de hierro, mientras se le da vueltas manualmente para asegurar que se tuesta homogéneamente. Acto seguido se deja enfriar unas horas, para después introducirlo dentro de un mortero de piedra donde se tritura con un mazo de madera. Por último, se refina con tamizador creando ese polvo mágico cuyo olor y sabor hace las delicias de más de uno. Todo este proceso, insisto, todavía se hace de forma artesanal. Para saborear tan exquisito café nos hemos pedido un capuchino, dándonos cuenta más tarde que nos lo han preparado de sobre, como el de Nescafe. Así que mucho proceso artesanal, pero todavía no saben hacer un capuchino de forma manual, con su café, su leche espumada y su polvo de chocolate. Lástima!!!!

domingo, 20 de diciembre de 2009

PERMUTERAN EN TRANCE


Esta mañana, a pesar de poner el despertador pronto para meditar, no le he hecho mucho caso permitiéndome dormir un poquito más. Después de un desayuno reconfortador, he tenido que ir a Seririt para sacar dinero ya que hemos tenido uno de esos despistes que uno tiene cuando no conoce el terrena ya que nos pesábamos que en Permuteran, siendo tan turístico como decía la guía, habría ATM de sobra. Pero nos hemos dado cuenta que no es tan turístico como pensábamos, por suerte, y también por desgracia porque he tenido que hacer 70Km con la moto para abastecernos de esos papeles tan insignificantes y al mismo tiempo tan valiosos en nuestra civilización.

Después hemos alquilado dos pares de aletas y unas gafas de bucear para hacer snorkel en la playa. Cerca de nuestro hotel, hay un pequeño arrecife de coral “semiartificial” donde habitan peces payas1os, nemos con sus anémonas, estrellas de mar de color azul eléctrico, conchas y un sinfín de peces de colores vivos y llamativos que no alcanzan a identificar mis escasos conocimientos marinos. No obstante, no hace falta ser un experto para maravillarte ante tal impresionante espectáculo marino. Yo incluso me he permitido el lujo de bajar algunos metros en las profundidades para ver de más cerca esta vida tan diferente a lo que los ojos están acostumbrados a ver.


El esfuerzo ha sido considerable y teníamos que reponer fuerzas, así que hemos decidido darnos un LUJO en Bali y hemos aposentado nuestro trasero en el Hotel Atmelar. Allí hemos tomado un Martini y un zumo de Papaya dentro de la azul piscina mientras mirábamos el mar. Luego nos han traído una ensalada de calamares para empezar y el atún a la plancha y el Goda-Godo (plato típico de Bali hecho con tofu, temphe y verduras con una salsa de cacahuetes). Luego hemos tenido que movernos solo unos metros para llegar arrastrándonos a las acolchadas hamacas para hacer una apacible siesta. Por la tarde, un poco más de snorkel y disfrutar de la piscina como dos enamorados. Y por último nos hemos acercado al templo Pura Pulaki para ver como el cielo va cambiando de colores rojos vivos, a rosados, para finalizar con violáceos y azules grisáceos en la puesta de sol con la bahía de fondo. Me encanta estas horas del día porque todas las cosas toman un color rosado.



Pero el día estaba lejos de terminar. Después de cenar y llegar al hotel, hemos escuchado una música que nos ha llamado la atención. Así que hemos vuelto a salir y hemos encontrado que un grupo de gente del pueblo estaba celebrando una ceremonia. Hemos visto varias danzas tradicionales de Bali donde bailarines bastante jóvenes estaban engalanados con atuendos dignos de reyes con vestidos dorados y coronas. Las danzas consistían principalmente de movimientos de las manos con los dedos completamente estirados y haciendo mudras, y la cabeza la movían como si fueran egipcios. A mi he ha recordado a un danza que vimos en Mysore, Vietnam mezcla con el Katakali de Kerala, India. Puede que los orígenes sean los mismos porque en ambos lugares, al igual que en Bali, predomina la religión Hinduista. La música procedía de varios xilofones, platillos, bongos y una especie de platos anchos de bronce que precaucionaban con madera. Dado los instrumentos era más bien una música metálica y al mismo tiempo inarmónicamente rítmica. La verdad es que es difícil de describir. Pero más difícil de describir es lo que hemos presenciado a continuación. Sin dejar de sonar la música, la gente se ha puesto a bailar en medido del círculo y de repente hemos visto como algunas personas empezaban a retorcerse y a convulsionar como si tuvieran un ataque de epilepsia, aunque realmente lo que pasaba es que estaban en trance. Acto seguido a estas personas se les ha entregado una especie de espada sagrada cuya vaina y empuñadura eran de madera, pero su filo era de metal. Con la espada en la mano y con los ojos cerrados se movían por todo el círculo a rítmico de la estrepitosa música mientras una persona cuidaba para que no hiciera nada a nadie. Muchas veces, cuando la música aumentaba de ritmo y estruendo, se apoyaban la espada sobre el pecho y empezaban a presionar con todas sus fuerzas como si quieran calvársela, aunque cuando la retiraban no había marca de sangre por ninguna parte. Después de varios minutos en trance y intentar clavarse la espada varias veces, las personas poseídas caían exhaustas y eran acompañadas para que descansaran dentro de la casa. Al mismo tiempo, la espada se volvía a enfundar y se retiraba al templo donde era bendecida de nuevo para que otra persona en trace pudiera utilizarla.

Nosotros hemos asistido a tan dantesco espectáculo más de 40 minutos y alrededor de 15 personas han entrado en trance. Al principio nuestros ojos no daban crédito a lo que veíamos, y nuestros semblantes serios y preocupados contrastaban con sus sonrientes caras cada vez que una nueva persona entraba en trance. Algunas de ellas eran mujeres mayores que cuando bailaban tenían la fuerza y agilidad de adolescentes.

Cuando hemos vuelta al hotel, el propietario nos ha explicado que es una ceremonia que se hace en honor a Kala (Kali, diosa de la destrucción en el Hinduismo ) donde han sacrificado a un cerdo, a un perro y a una cabra negra. El baile es parte de la ceremonia que sirve para limpiar y dejar el área despejada para la nueva pareja que se casará. O sea que todo esto, es una ceremonia previa.

También nos ha explicado que desde el templo Pura Pulaki hasta Luang Palang es una zona sagrada donde antiguamente vivían muchos tigres balines, ciervos y otros animales salvajes, que en actualmente ya no habían en este Parque Natural debido al abuso humano de los recursos que antes existían.