sábado, 2 de enero de 2010

BUCEAR: INTRODUCTION TO PADI OPEN WATER

Al igual que para hacer snorkel, este sitio es perfecto para bucear y podía dejar escapar la oportunidad. Así que un día me apunté a hacer el “Introduction to PADI Open Water”. Este curso consiste en un día donde te explican los fundamentos básicos para hacer una inmersión, luego haces algunas prácticas con todo el equipo en una piscina y, por último, desciendes durante unos 45 minutos en el mar a una profundidad no superior a 12 metros. Como método de descubrimiento de este deporte está muy bien, porque en tan sólo unas horas puedes comprobar si este deporte te apasiona o si lo odias.

La primera hora del curso consiste de una clase teórica acelerada donde te explican toda la mecánica del buceo. Te explican todas las partes del equipo como la máscara, las aletas, el regulador principal y el auxiliar, la bombona de oxigeno, inflar y desinflar el chaleco, el medidor del oxigeno restante y profundidad, los pesos y el traje. También te explican las señas básica de comunicación debajo del agua como OK, problemas, dolor de oídos, sin oxigeno, etc. Otra cosa básica y necesaria es como compensar la presión en los oídos, y es que esto aunque parezca lo más sencillo es lo que más problemas da la hora de disfrutar de este deporte.

Yo, además de aprender las técnicas básicas del buceo, también me di cuenta que podía escuchar durante más de una hora a una persona hablando en inglés y entender más del 90%, y es que cuando mi vida podía depender de entender una explicación me di cuenta que se me agudizaba la comprensión. Curioso, no?

Luego nos fuimos a la piscina con todo el equipo puesto y practicamos toda la teoría. Las cosas básicas que se practican son compensar la presión de los oídos, quitarte el regulador y volvértelo a poner, utilizar el regulador auxiliar del monitor en caso que el tuyo no funcione o no tengas más oxigeno y a quitarte la máscara y ponerte la máscara debajo del agua. Esta última técnica es de la más complicada, pero cuando lo sabes hacer es bastante sencillo. Yo al principio no me sentía cómodo con la respiración por el regulador, y es que para tomar el aire por el regulador tienes que hacer más fuerza con los pulmones y era una sensación que no me resultaba cómodo. Pero después de varios minutos debajo del agua, te acostumbras.

Por último, fuimos a hacer la parte más divertida del curso, la inmersión en el mar. Cogimos un bote y fuimos al arrecife Hans cerca de la isla. Allí me puse todo el equipo, me senté en el borde del bote y me impulsé hacia atrás entrando en el agua como tantas veces había visto hacer en los documentales de Crusoe. Y de repente me encontraba flotando en medio del océano pacífico en ese mundo submarino y respirando debajo del agua como un pez más. La sensación es muy placentera porque siente la ingravidez del cuerpo, solo oyes el sonido de tu propia inhalación y exhalación, y delante de tus ojos hay un mundo increíble para explorar.

En nuestra inmersión vimos muchos peces que aunque nosotros no éramos capaces de reconocer, nuestra monitora nos hizo una exhaustiva lista al regresar a la superficie. Vimos peces payasos, un pez tigre, dos peces roca (de los más peligrosos por el veneno de sus púas), un pez escorpión, un pez león, una tortuga gigantesca comiendo coral mientras alrededor revoloteaban varios peces comiendo los restos, una oruga marina, una morena y algunos otros peces que ya no recuerdo.

Una de las cosas que me resultó más curiosa fue la perdida de noción del tiempo, y es que todo el grupo creíamos que habíamos estado sumergidos unos 20 minutos cuando en realidad estuvimos 42, y descendimos hasta 10,6 metros de profundidad.

Yo me lo pasé en grande y disfruté de cada momento que estuvimos debajo del agua, pero si he de ser sincero haciendo snorkel puedes ver lo mismo sin toda la “parafernalia” que conlleva el buceo. Eso sí, tienes que estar mucho más en forma para poder bajar a bastante profundidad y disfrutar de algunos minutos de la vida submarina.

TÚ QUÉ PREFIERES?

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