jueves, 4 de febrero de 2010

ALQUILAR UNA CAMPERVAN

Ya estamos en Nueva Zelanda, en Christchurch, al este de la isla sur. Este es nuestro punto de partida para empezar la ruta por el país.

Nuestra primera labor ha sido buscar un vehículo para recorrer las dos islas. El trabajo no es fácil dada la amplia oferta que tienes. La alternativa más cómoda es alquilar una autocaravana. Las hay de todo tipo pero todas van equipadas con cocina, baño, ducha, "comedor" y espacio para dormir. En algunos casos el espacio para dormir y el comedor es el mismo, solo que se transforma de noche poniendo colchones. En otros casos la autocaravana es suficientemente grande para tener espacio para ambos espacios. En ese rango están marcas como Kea Camper, Britz, Apollo, Explorer o Maui. Las primeras parecen ser las mejores, aunque claro, también más caras. Para 30 días pueden costar entre 3.500-4.500 kiwis (dólares neozelandeses).

Luego hay furgonetas que están "tuneadas" por dentro. Se ha habilitado el interior para poder poner colchones, guardar ropa y mochilas, hay una mini cocina, pero no disponen de baño. Entre estas hay Hippie Camper o las Escape. El coste oscilaba entre 3.000-3.500 kiwis.
Y en tercer lugar están una especia de mono volúmenes: las prestaciones son las mismas que las furgonetas pero el espacio es más pequeño y tienes que hacer vida fuera de ella la mayor parte del tiempo. Después de mirar precios decidimos que esta era nuestra opción.

El precio rondaba entre 2.500-3.000 kiwis. Ya hemos decidido el tipo. Ahora queda buscar entre todas las marcas que ofrecen estas campervan. Hemos estado 2 días enteros mirando y remirando en internet, llamando a las agencias y comprobando precios y disponibilidad. Las agencias nos preguntan: "¿Para cuando la queréis?" Y nosotros contestamos: "Para hoy o mañana". Silencio al otro lado del auricular,... Por tanto esta ha sido otro handicap dado que muchas agencias no tienen ningún vehículo disponible hasta dentro de una semana y no queremos esperarnos tanto tiempo en Christchurch.

De repente ha aparecido frente a nosotros una campervan llamada Wicked. Significa travieso, diabólico. Y ciertamente lo son. Son monovolúmenes para asiento para 2 personas, con un interior preparado con armarios en el suelo, para poder guardar ropa, mochilas y comida. En la parte de atrás, es decir, lo que sería el maletero, hay un mueble donde guardar los utensilios de cocina, hay una nevera de playa y una pica (¿se llama así?) con un grifo. El sistema de agua es de lo más sencillo: justo debajo hay una garrafa de 20 litros con un trozo de manguera y un grifo que bombea el agua. ¿El desagüe? Directamente al suelo.

Pero lo mejor no es el interior, sinó el exterior. Todas las campervans son distintas. Cada una está pintada de forma diferente con graphittis. Las llaves del coche no llevan la matrícula sino el motivo de la pintada.
El garage de las Wicked está en el centro de Christchurch, así que hemos cogido un autobús y hemos aparecido allí. Por lo visto no están acostumbrados a que vaya gente en persona a preguntar, sinó que todas las consultas y reservan se hacen por internet. Tras algo de confusión ha aparecido un señor encantador que nos ha dado todo tipo de detalles y al confirmar que volveríamos a buscarla mañana se ha ofrecido a venirnos a buscar al hotel ya que su hija tiene el colegio cerca.

Así que por la mañana siguiente hemos cargado nuestras cosas en su Wicked y nos ha llevado al garage. Una vez allí nos ha enseñado la campervan por dentro y nos ha dado un curso acelerado explicando todo tipo de detalles esenciales: depósito de gasolina, revisar nivel de aceite, como montar y desmontar la cama, como encender el hornillo, garrafa de agua,..

En menos de 1 hora nos hemos subido a nuestra Wicked Fung Fu. Todo el lateral del conductor va pintado con una especie de Sr. Miyagi haciendo una postura de Kung Fu. El lateral del copiloto tiene pintado un negro con un puño y la palabra KAPOW! y detrás pone algo así como: "no te acerques demasiado ya que se kárate, kung fu y algunas palabras en japonés".
Hemos cargado nuestros trastos, hemos pagado y ha empezado la gran aventura: conducir por la izquierda. En India ya habíamos conducido por la izquierda, pero íbamos con moto y allí el tráfico es caótico, por tanto no importa mucho por el carril que vas, ni si vas detrás de un coche o al lado. Pero en Nueva Zelanda hay normal y hay que cumplirlas, al menos las de tráfico. Pasados los nervios del principio y de algunas pitadas merecidas hemos parado en un hipermercado a comprar provisiones. Hemos puesto hielo en nuestra super nevera playera y hemos comprado unos cartuchos de gas para el hornillo.

Habíamos estado tan ocupados con el alquiler de la campervan que nos habíamos olvidado de trazar la ruta. Así que cuando ya estábamos del todo equipados, nos hemos mirado y hemos dicho: ¿Y ahora, hacia donde vamos? Hemos conseguido salir de Christchurch bastante airosos y es que conocimos una pareja en el aeropuerto que nos regalaron un mapa de carreteras muy completo. Tras 2 horas de viaje hemos hecho nuestra primera parada para comer: un campo verde lleno de vacas. Hemos puesto la Wicked bajo un árbol, hemos sacado la mesa y 2 sillas de cámping y hemos comido una deliciosa tortilla de patatas que preparamos ayer. Las vacas se han acercado a saludarnos y hemos hecho una siesta memorable.
La primera sensación ha sido maravillosa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario