El ecuador de nuestro viaje ya ha pasado y la nostalgia, añoranza o algo por el estilo todavía no ha llegado a nosotros. Es mas, a medida que avanza el viaje me estoy dando cuenta que necesitamos mas tiempo si queremos visitar tantos países como China, Australia, Nueva Zelanda. Seguramente Tíbet se caiga tristemente de nuestra ruta. La información que hemos recibido no auguria un esplendido encuentro con tal espiritual cultura. Mas bien todo lo contrario... solados en las calles, puestos de control y alguna revuelta entre Tíbet y China. Incluso el gobierno chino ha cerrado las fronteras por el 60 aniversario de la República China, que también coincide con los 50 anos de la invasión del Tíbet. Bueno, ya veremos que hacemos al final.
Ahora estamos en Chitwan National Park. Atrás quedaron los días de largas caminatas por los Annapurnas. Atrás quedaron los amigos que conocimos como Stefan, Sarah, Tomok y "Sam". También queda atrás aquella fugaz pero acogedora estancia en Bandipur con la mujer americana que no paraba de hablar ni con el te en la boca. Y lo peor es que no había manera de entenderla :-)
Ayer presenciamos una de las mejores puestas de sol de nuestro viaje. Pero, como no, nuestra cámara ha dicho adiós a nuestro viaje antes de tiempo y solo hemos podido hacer esta instantánea del momento. Así que tendremos que guardarla en nuestras retinas por toda la eternidad, así como la San Miguel tan fresquita que nos tomamos mientras descendía lentamente el sol. Y es que en el Nepal saben lo que es bueno y puedes encontrar una cerveza española.
Hoy un emocionante baño con elefantes nos ha devuelto a la niñez. Subidos encimas de tan magnifico animal, nos hemos adentrado en el río. Acto seguido un chorro de agua a presión nos ha hecho darnos cuenta de la cantidad de liquido que cabe en una trompa de elefante. ero como no hemos tenido bastante nos ha zarandeado hasta caer al río. Luego hemos vuelto a subir por la trompa. Que divertido y refrescante.
A la tarde safari por la jungla para atestiguar que los rinocerontes y los cocodrilos están mas que hartos de los turistas. Los ciervos, las garzas reales y una esplendida águila no les ha molestado "posar" para nosotros.
A la mañana del sábado, nos subimos encima de uno de esos inmensos animales que llevaba una especie de "cesta" donde caben 4 turistas bien embutidos. Supongo que sera para no caer con el zarandeo del caminar del elefante. Finalmente, nos hemos adentrado otra vez dentro de la selva con paso lento pero firme ( ni mas ni menos de 5.000kg de firmeza). Una vez dentro empezamos a comprobar que algunos animales no le temen a los elefantes. Así pudimos ver de cerca varios ciervos de distintas especies, algunos pavos reales y finalmente un rinoceronte que se estaba dando un buen baño de fango matutino. Por supuesto que no tenemos documento gráfico, por lo de nuestra cámara.
La experiencia de ir embutidos dentro de una cesta ha merecido la pena, aunque algunos huesos de nuestras espaldas no opinen lo mismo.
Hoy un emocionante baño con elefantes nos ha devuelto a la niñez. Subidos encimas de tan magnifico animal, nos hemos adentrado en el río. Acto seguido un chorro de agua a presión nos ha hecho darnos cuenta de la cantidad de liquido que cabe en una trompa de elefante. ero como no hemos tenido bastante nos ha zarandeado hasta caer al río. Luego hemos vuelto a subir por la trompa. Que divertido y refrescante.
A la tarde safari por la jungla para atestiguar que los rinocerontes y los cocodrilos están mas que hartos de los turistas. Los ciervos, las garzas reales y una esplendida águila no les ha molestado "posar" para nosotros.
A la mañana del sábado, nos subimos encima de uno de esos inmensos animales que llevaba una especie de "cesta" donde caben 4 turistas bien embutidos. Supongo que sera para no caer con el zarandeo del caminar del elefante. Finalmente, nos hemos adentrado otra vez dentro de la selva con paso lento pero firme ( ni mas ni menos de 5.000kg de firmeza). Una vez dentro empezamos a comprobar que algunos animales no le temen a los elefantes. Así pudimos ver de cerca varios ciervos de distintas especies, algunos pavos reales y finalmente un rinoceronte que se estaba dando un buen baño de fango matutino. Por supuesto que no tenemos documento gráfico, por lo de nuestra cámara.
La experiencia de ir embutidos dentro de una cesta ha merecido la pena, aunque algunos huesos de nuestras espaldas no opinen lo mismo.
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