martes, 22 de septiembre de 2009

LEECHE DAY

Hoy nos hemos levantado en Tadapani cuando el sol todavía estaba más bajo que nosotros, pero se apreciaban sus primeros destellos. Podías ver dos colosales levantados delante de nosotros con sus blancas "barbas" que colgaban de la parte más alta. Además, las nubes cubrían el valle que estaba a nuestros pies, con lo que la imagen era realmente espectacular.

En tan maravilloso paisaje hemos decidido hacer una clase de Chikung con dos de los porteadores de otro grupo. No ha sio una de los mejores días practicando Chickung, pero la experiencia ha merecido la pena. La verdad es que esta gente del Nepal tiene un afán de aprendizaje y una humildad que mucho nos hace falta a otros.

Después hemos emprendido nuestro camino dirección a Chommrong. El día ha sido un rompe-piernas lleno de subidas y bajadas dignas de los valles por los que transitamos. Durante el trayecto ha habido un "simpático" animalito que nos ha acompañado en más ocasiones de las que nos hubiera gustado, las sanguijuelas (leeche en inglés) . Así pues, de repente veías una pequeña coas que subía a través de la bota con la intención de llenar su despensa con tu sabrosa sangre. A Noe, incluso, le ha llegado una al cuello pero, por suerte, no le ha picado.

En caso de picadura, no puedes tirar para quitártela porque te arranca la carne y puedes tener una hemorragia. El procedimiento es o quemarla con una cerrilla o tirarle anti-mosquito o frotarla con una hierba especial que es como veneno para ellas.

A parte de esto, también hemos pasado por un bosque lleno de robles altas cubiertos de musgo y otro tipo de vegetación selvática. En este llugar se podía sentir el "poder" que habita en estas montañas.

Otra cosa que no he dejado des de que hemos empezad el trekking es una horrible alergia mezclada con un resfriado cogido en los caminos de tanto parar y arrancar. Y es que a nuestro guía le encanta parar a cada piedra que encuentra en el camino y yo preferiria hacer todo el trayecto de una tirada, sin tantas paradas. Pero bueno, hay que adaptarse al ritmo de todos. La alergía me coge cuando llego a los hoteles donde tanto la mantas y las almohadas, como los manteles de mesa estan hecho de lana, a la que le tengo una terrible alergia. Es increíble, pero con solo tocarlos empiezo con una reacción exagerada de estornudos, moquillo y escozor de bronquios. Además, también creo que las "excasa" limpieza de los hoteles hace de estos un especial lugar de residecia de los "acaros" del polvo, cosa que tampoco ayuda a mi alergia. Total, como dicen los viejos, adaptar-se o morir. Así que he decido, adaptarme lo mejor que pueda.

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