domingo, 20 de septiembre de 2009

POON HILL

Las 4:30 de la mañana eran cuando Prakhas decía "Pepe" al estilo nepalí, es decir sonaba como "Bebe". Era la llamada con nuestro destino más inmediato, subir al Poon Hill donde podríamos presenciar una magnifica vista de los Annapurnas. Después de caminar durante 1h aprox en completa oscuridad y sin linterna (nos la habíamos dejado en el Logde, y es que no se puede pedir todo a estas horas de la madrugada), hemos ascendido a los 3.200m para presenciar tan magnifico espectáculo de la naturaleza.

A la derecha estaba el Annapurna South con sus 7.219m con algunas partes cubiertas por una bufanda blanca hecha con nieves eternas, a su lada está el Bharha Chuli con 7.647m y un poco detrás se podía observar el Annapurna I de 8091m cubierto con una niebla que todavía lo hacía más impresionante si cabe. No por nada es el 10º pico más alto del mundo. Y para terminar de rematar las vistas, a la izquierda se dejaba ver tímidamente entre las nubes el Daulagiri de 8172m siendo el 7º pico más alto del mundo.


La verdad es que la vista no podía ser más impresionante mientras el sol, lentamente, se desperezaba detrás de esta cadena montañosa como si no tuviera ni ganas ni fuerzas para levantarse por encima tan colosales macizos. Además, las brumas mantinales aún eran más perezocas y se cernian sobre el valle formando un manto de algodón blanquecino.

Después de deleitarnos con este magnifico "desayuno" para nuestro sentidos, hemos vuelto a nuestro logde para llenar nuestros estamogos antes de nuestra marcha de 6 horas hasta Tadapani, un pequeño pueblo de montaña en medio de un bosque de pinos. Suerte que hemos llegado antes de que empezara el diluvio universal, y ahora puedo escribir estas líneas mientras esperamos nuestra merecida comida con un brasero bajo de la mesa del comedor.

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