viernes, 10 de julio de 2009

ASENTAMIENTOS TIBETANOS

Esta mañana hemos ido a visitar los asentamientos tibetanos situados a 4 kilómetros de Kushalnagar. Primero hemos visitado el Monasterio de Namdroling. Allí los novicios se preparan para ser monjes. Su vida se divide entre clases de estudio y meditación. Todos van con la cabeza rapada y ataviados con una especie de pareo de color burdeos a juego con un foulard del mismo color y una camisa sin mangas de color anaranjado. Andando por el interior del monasterio hemos podido ver los futuros monjes andando de un lugar para otro, para asistir a sus clases de meditación, rezo,... parecía algo así como un campus universitario solo que el ambiente era de mucha más calma y serenidad.


Después de dejar los zapatos en la zona correspondiente hemos empezado el rastreo que cualquier templo existente. El primero de ellos ha sido el mas impresionante: The Golden Temple (El Templo Dorado). Tras subir una escalinata y cruzar una puerta que parecía estar cerrada hemos accedido a una sala enorme de unos 800 metros cuadrados. Frente nuestros se alzaban 3 figuras doradas de unos 60 pies de altura. En el medio y dominando la escena un impresionante buda hecho de cobre y chapado en oro y a ambos lados otras dos figuras con el mismo formato. Las paredes y el techo estaban llenas de telas de colores. La luz se filtraba por los grandes ventanales que estaban en la parte superior del edificio y el silencio reinaba por todos los rincones. Lo único que rompía esta paz eran las oraciones de un monje, que lejos de molestar hacían el momento más mágico. Nos hemos sentado en el centro de la sala completamente solos para admirar la belleza del lugar. Al cabo de un rato un monje se ha acercado a nosotros para ofrecernos su ayuda. Le hemos preguntado si podíamos asistir a alguna clase de meditación o rezo de los monjes y muy amablemente nos ha indicado hacia donde debíamos dirigirnos.

Nos hemos encontrado frente a otro templo, ese más pequeño. Desde el exterior se podía oir los rezos de los monjes y llenándonos de coraje hemos entrado en el interior. Habían unos 20 monjes distribuidos en forma de U, sentados en posición de flor de loto y apoyando sus lecturas en unas mesas de unos 40 cm de altura. Los rezos iban acompañados de sonidos de campanas, de platillos, de tambores gigantes y de vez en cuando de una especie de tambores pequeños con dos pequeñas bolas a cada lado y que con el movimiento de muñeca golpean el tambor. Seguro que habéis visto algún niño jugando con uno de estos.
Nos hemos quedado en un rincón de la sala, al lado de 3 monjes que estaban aparte y que eran los que se dedicaban a hacer puntualmente ofrendas a los dioses. Las ofrendas consistían en usar una especie de candelabro; donde tendría que estar la vela ponían arroz y unas pastas dulces de color naranja que hemos visto en algunas panaderías. Todo esto bañado con Fanta Naranja o Coca-Cola, exceso del cual, se recojía en otro recipiente hondo situado bajo en "candelabro". Un monje se levantaba mientras los demas rezaban, se quedaba unos instantes quieto y salía al exterior con la ofrenda y la tiraba en un cubo. Volvía a entrar en el templo y repetía la operación 3 o 4 veces.

Antes de abandonar este monasterio hemos dado la vuelta entera al mismo haciendo girar unos cilindros metálicos con relieves, sujetos por la parte superior e inferior sobre un eje circular. Tienes que hacer rodar cada uno de ellos mientras repites uno o varios deseos. Nos ha llevado algún tiempo pero seguro que vale la pena.


Por la tarde hemos ido a Sera a visitar los monasterios de Sera Jhe y Sera Mey, mucho mas grandes que el de la mañana. Hemos visto unas magníficas figuras hechas de mantequilla que se ofrecen a los dioses. Es un trabajo delicado ya que la mantequilla se moldea y se pinta. Allí hemos charlado con un americano casado con una tibetana. Estaba de visita para ver a la família de su esposa. Nos ha contado que es más fácil acceder en India a estos asentamientos tibetanos, dado la falta de libertad que hay en el propio Tibet. Los monjes ingresan en el monasterio desde pequeños y realizan algunos votos, pero no es hasta los 14-16 años cuando ellos mismos deciden si quieren continuar y hacen el resto de votos. La vida del monje es una vida de celibato, aunque según nos ha comentado hay 4 clases de monjes y uno de ellos (los que llevan un foulard blanco), se les permite tener mujer. Son las propias famílias y algunos sponsors los que financian estos monasterios. Nos ha comentado que en toda família, al menos un hijo decide ser monje.

También hemos visto monjas tibetanas, ataviadas igual que los hombres solo que la camisa es del mismo color burdeos. Me ha sorprendido ver la única actividad que he visto de ellas es recoger la botellas vacías de sus compañeros durante los rezos y preparar la mesa para la futura cena. ¿Machismo o quizá simple falta de información por mi parte?

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